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jueves, 21 de marzo de 2019

EL OBISPO

Lluvia mortal
Viajeros del tren nocturno













«Una gran parte de los que nos consideramos católicos ya no sabemos lo que es el cristianismo». Advierte el prelado, muy preocupado por la posibilidad de que los que se consideran católicos se confundan y voten a un determinado partido. El clero en general y la aristocracia eclesial tienen por costumbre utilizar un lenguaje de difícil comprensión para el general de los mortales, poco instruidos en las nuevas filosofías que dominan el entorno vaticano y católico. Nuevas, es un decir, puesto que hace ya décadas que se han apoderado de la cosmovisión católica, sustituyendo el antiguo cristianismo por una nueva religión. No obstante, es claro que el obispo en cuestión nos advierte acerca de la tentación de algunos católicos que parecen dispuestos a entregar el voto a Vox.

Entre los que ya no saben qué es el cristianismo se incluye el propio obispo, lo cual, para un hombre supuestamente consagrado en la fe católica, sí que es alarmante. El obispo, el sucesor de los primeros apóstoles confiesa que no sabe lo que es el cristianismo.

A lo largo de casi dos mil años la Iglesia ha sostenido que Cristo era y es el Hijo de Dios y de acuerdo con el misterio de la Santísima Trinidad, Dios mismo hecho hombre.

El cristianismo es pues, únicamente fe. Fe en que Cristo era Dios mismo. No hay nada más y nada menos. Sencillo y a la vez complicado. Y en tanto que complicado, el cristiano tradicional, el pueblo cristiano se limitaba a creer sin abstraerse en complicadas argumentaciones filosóficas cosa que sí hicieron y hacen desde hace mucho tiempo los más destacados intelectuales católicos y no católicos.

El obispo no sabe lo que es el cristianismo, pero advierte: « No es el pueblo cristiano el que tiene necesidad de que los políticos apoyen su visión del mundo, son más bien un cierto tipo de políticos los que buscan ansiosamente el apoyo del pueblo cristiano, y tratan a toda costa de hacernos creer que es al revés». Enrevesada argumentación en la que brilla por ausencia la definición, el concepto que el obispo tiene del pueblo cristiano.

A lo largo de la carta el obispo va explicándose con esa abstrusa capacidad que tienen los príncipes de la Iglesia para confundir a los feligreses, ovejas a su cuidado, y cada vez con más frecuencia para confundirse a sí mismos. En todo caso se advierte que esa primera afirmación: «los católicos no sabemos lo que es el cristianismo», era en realidad una afirmación cargada de falsa modestia. Él, por supuesto, sí sabe lo que es el cristianismo, al menos parece estar de acuerdo con la interpretación que la actual jerarquía católica hace del cristianismo, por lo que cabe deducir que es el católico tradicional el que realmente está confundido y es esa confusión la que le lleva a votar a un cierto partido que no nombra. Para que no quede duda, el partido es Vox, solo que el melifluo obispo evita, como la jerarquía católica de las últimas décadas tiene por costumbre, llamar a las cosas por su nombre.

Se refiere luego a «esa cultura de la familia y de la vida» que por lo visto propone Vox. Y aún sin saber cuál esa proposición, entiendo que debe referirse a la cultura tradicional que la Iglesia defendía hasta no hace demasiado tiempo. Es decir la familia cuyo fundamento era el matrimonio sagrado bendecido por Dios, indisoluble y destinado a la procreación de hijos educados en la fe de la Iglesia. Por contra, ahora se propone por la teología de Francisco eso que se conoce como «Amoris Laetitia», misericordia y comprensión ante las nuevas formas de amor conyugal y familiar. Según el obispo, además, esa cultura de familia y vida tan peligrosa se compagina con la defensa del capitalismo global y de una cultura del máximo beneficio.

«O se contrapone», añade a continuación esa antes dicha idea de familia tan peligrosa, a la caridad social con los barrios marginales o con los emigrantes. He aquí pues una disyuntiva irresoluble. O esa familia es el núcleo de la defensa del capitalismo global y del máximo beneficio o (pero aquí el obispo quizá quiera decir otra cosa y en vez de la función disyuntiva, «o esto o lo otro», parece más bien de aplicación la función copulativa y «esto y además lo otro»), es decir que el modelo de familia propuesto por Vox es favorable al capitalismo global, a la cultura del máximo beneficio y además contraria a la caridad con los barrios marginales y a la inmigración.

Concluye el obispo comparando este partido innombrable con otro de principios de siglo XX que quería restaurar la cultura cristiana sin Cristo.

jueves, 7 de marzo de 2019

8 M UJERES

Lluvia mortal
Viajeros del tren nocturno


















Nuestras mujeres contra nosotros.

Un muro  más impenetrable que el de la frontera mejicana se está erigiendo sin que haya sido necesario elegir a presidente populista.

De los hombres que no amaban a las mujeres, título y novela, una vez leída no tan feminista como pudiera parecer, hemos pasado a las mujeres que odian a muerte a los hombres, no a todos los hombres, solo a los hombres del sistema. Es decir, a los hombres blancos, heterosexuales, nacionales, identificables por el semblante cada vez más preocupado con que pasean por las ciudades y pueblos de esta singular nación de naciones, incapaces ya de acercarse a una mujer sin sentir una preocupación mezcla de aspereza, miedo al rechazo, terror a que sus intenciones sean malinterpretadas. Varones que se lo piensan dos veces antes de entrar en el ascensor con la vecina de siempre, que se resisten a tener una conversación en la oficina, en el despacho, con señora alguna, la que sea, si no tienen testigo o cámara que pueda posteriormente dar fe de que allí no ha pasado nada inapropiado. Hombres que ya no saben si ceder el asiento en el autobús a una mujer embarazada será correcto; que recuerdan el caso del profesor Neira, muerto él después de penosa enfermedad, muerto el agresor por suicidio, profesor increpado por la propia agredida y por las asociaciones feministas.

11 M: REALISMO FANTÁSTICO ó MÁGICO.

  El gobierno del PSOE ha rescatado la memoria del 11M. Con su habitual manipulación a cargo de informadores sectarios que han tapado el...