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jueves, 14 de marzo de 2024

11 M: REALISMO FANTÁSTICO ó MÁGICO.

 



El gobierno del PSOE ha rescatado la memoria del 11M. Con su habitual manipulación a cargo de informadores sectarios que han tapado el asunto Koldo a través de lacrimógenos documentales acerca del atentado, ha culpado directamente al PP en dos direcciones. Por una lado fue (es) culpable por haber participado en la guerra de Irak y por otro fue (es) culpable por haber insistido en la autoría de ETA, ejemplar organización a la que los noticieros actuales eximen, creo yo que con demasiada alegría, de cualquier sospecha.


Los canales alternativos que pueblan internet, por el contrario y en general tienen otra opinión. Se han publicado libros nuevos y se han reeditado anteriores ensayos acerca del atentado. También se rescatan entrevistas grabadas y se producen nuevas comparecencias que insisten en las incongruencias del relato oficial.


Agujeros negros, claves ocultas, misterios sin resolver…, los contertulios y periodistas alternativos que publican y venden al calor del recuerdo, casi todos ellos se expresan en términos parecidos. Recopiladores compulsivos de datos, demuestran que la versión oficial no solo es falsa sino que se construye de forma chapucera y por motivos que nadie es capaz de aclarar. La expresión corporal de los autores siempre es parecida en todos ellos, denota conocimiento secreto: “a mí no me engañan”, hacen acopio de datos que ponen de manifiesto esos abismos negros, esas dudas inquietantes, pero al final, silentes y con sonrisa condescendiente en el rostro no terminan de decirnos qué es lo que ocurrió, ni quiénes lo hicieron y mucho menos el porqué. Y ante esto, ante esta duda que nos reconcome por dentro solo queda escribir ficción basada lejanamente en la realidad, en lo que más o menos conoce el común de los mortales.


Y echando la vista atrás, haciendo memoria histórica y sin profundizar demasiado en datos o sumarios prolijos podemos escribir la novela de ficción que tengamos por conveniente.


Estamos en la segunda legislatura de Aznar que comienza en abril de 2000. España va bien, según el presidente. ETA, en términos policiales, está evidentemente derrotada y acorralada. La ejecución miserable de Miguel Ángel Blanco parece haber despertado a la gente en el País Vasco del profundo sopor inducido por el miedo. La economía también despega y España se prepara para entrar en el euro, un anillo para dominarlos a todos.


Pero el gobierno oculto, ese misterioso enemigo de España no está de acuerdo con el despegue nacional. Algo tiene que hacerse y se hace. En noviembre de ese año ETA todavía puede prestar algún servicio. Dos tiros acaban con la vida de Ernest Lluch uno de esos nacionalistas catalanes destacados que pastorean la multitud charnega del estanque dorado de Pujol y compañía.


No hay que enredarse demasiado, ETA mataba por motivos de lo más variado y al Ernest le tocó la macabra lotería. La naturaleza profunda del asesino le induce a matar. De inmediato el gobierno Aznar comete uno de los errores que durante los años siguientes repite una y otra vez. Organiza una manifestación para “condenar” el asesinato. En mi modesta opinión un gobierno nunca debe manifestarse. El desacuerdo con la banda se supone y no hay por qué recabar alianzas ni acuerdos sobre la cuestión. El caso es que lo que ocurre después del desfile multitudinario con el gobierno a la cabeza pone de manifiesto que la oposición está girando. Está reorientando las velas a un vientecillo todavía débil, pero que ya ha aparecido en el horizonte político nacional. Los medios de comunicación españoles controlados por el nacionalismo y el PSOE en su casi totalidad comienzan la campaña.


La elegida, después de múltiples reuniones, discusiones y acuerdos con los partidos de la oposición, para pronunciar el discurso del fin de la manifestación es la conocida periodista Gemma Nierga. Se supone que el comunicado final estaba pactado, pero la señora Nierga catalana de Gerona se salta el protocolo establecido y le dice a Aznar: “Estoy convencida de que Ernest, hasta con la persona que lo mató hubiera intentado dialogar: ustedes, que pueden, dialoguen por favor".


Creo que lo hace además en catalán. Pero el caso, la conclusión es que una parte muy importante de la sociedad española, quizá no la más numerosa, pero sí la más influyente traspasa el cargo de culpa. Los asesinos son inocentes, ellos, tan comedidos, tan dialogantes, tan pacíficos, se ven obligados a matar porque el señor Aznar no quiere dialogar. El pobre Ernest lo hubiera hecho, habría dialogado a pesar de tener una pistola apuntando a su cabeza, él habría dialogado si no hubiera sido por el empeño de Aznar en no hablar con estos chicos tan simpáticos. No le dan tiempo parece, a dialogar, porque los chicos de la banda aprietan el gatillo  presas de la ansiedad que les provoca el malvado gobierno de la derecha. En fin. Como digo esa parte influyente de la sociedad española y catalana, a saber, periodistas, actores, directores de cine, empleados de élite en las múltiples televisiones y radios sostenidas por impuestos públicos. Todos ellos tan pulcros, tan bien vestidos, tan destacados ciudadanos residentes en barrios pijos de Madrid y Barcelona y en zonas residenciales exclusivas, reciben órdenes o sugerencias amistosas que para ellos son órdenes de obligado cumplimiento. Blanquear a ETA, organización que lucha por la liberación del País Vasco y culpar a Aznar y compañía por sus intolerables actividades contra la organización etarra y por poner España en situación de despegue económico.



No nos centraremos en los traspasos competenciales que el gobierno Aznar lleva a cabo a lo largo de la legislatura. La constitución del 78 está diseñada para acabar con España como nación y sustituirla por un conglomerado de estaditos independientes y supuestamente históricos. Tal como ocurrió en la América hispana, las supuestas revoluciones independentistas convirtieron a lo que era una comunidad unida en un montón de países sometidos al imperio USA.


EN 2003 Aznar establece una alianza con Bush y Blair que lleva a España a participar en la guerra de Irak siquiera como comparsa. Ha pensado que ambos aliados le van a apoyar sin fisuras en la política antiterrorista y en el contencioso eterno con Marruecos. La participación en Irak se salda con siete miembros del CNI asesinados en aquellas tierras mostrando las carencias de nuestro peculiar servicio secreto que deambula por el mundo en plan turístico, con foto de conjunto incluida, como un grupo de amiguetes alegres y confiados. Además, nuestro ministro de defensa contrata los servicios de un transporte aéreo ruso nada menos, para trasladar a España un contingente de soldados y oficiales. El avión, como suele suceder con los vuelos rusos que interesa que se estrellen (recordemos el díscolo general del batallón Wagner, Prigozhin y su muerte a bordo de avión también ruso), se estrella y nuestros compatriotas mueren. Se asaltan las Cortes por parte de hermanos y familiares de los fallecidos. Me resulta curioso que los asaltantes luzcan pulseras y relojes que parecen caros y de diseño. Recuerdo en mis tiempos de mili obligatoria la jura de bandera y recuerdo a oficiales con traje militar de gala corriendo con el sable arrastrado por el suelo mientras chicas jóvenes vestidas de portada del Hola les despedían emocionadas hasta el acto posterior en el que la flor y nata de nuestro ejército se iba a solazar mientras nosotros, soldaditos de plomo desechable, volvíamos a nuestros quehaceres que consistían básicamente en sestear apesadumbrados pensando en nuestro próximo destino cuartelario.


Pero estábamos en la política antiterrorista exitosa que parece catapultar al PP hacia una nueva legislatura por mayoría absoluta. ETA acorralada por la eficaz actuación policial y la aparente colaboración francesa.


Todo parece ir bien. Aznar tiene un cuadernillo azul en el que apunta el sucesor nombrado por el emperador de turno, o sea, él mismo. El agraciado es Rajoy y las elecciones del 2004 auguran una mayoría absoluta hasta que Rajoy empieza a mostrar su absoluta carencia de carisma. Es un Registrador de algo y ya se sabe que en las oficinas de Registro de lo que sea, el titular suele permanecer oculto en un cubículo al que de vez en cuando entran a preguntar los funcionarios del despacho. La mayoría absoluta comienza a estar en duda. La campaña de la izquierda y nacionalista contra el gobierno parece tener algún éxito. Solo falta un pequeño empujón. Y aquí es donde entramos en la política ficción.


Mientras Zapatero firma el documento antiterrorista, con sonrisa beatífica envía a Eguiguren a negociar, no se sabe qué, con ETA. Quizá un atentado aparente, sonoro, en Madrid, pero sin víctimas, muestre que después de todo el gobierno Aznar ha fracasado en la lucha contra ETA. Ha engañado al pueblo español y entonces el partido en la oposición tomará el relevo y acabará con ETA mediante un acuerdo de abandono de las armas y tal y tal…


Pero ETA está controlada por la policía y guardia civil. Unos días antes de las elecciones una furgoneta con 500 kilos de explosivo es interceptada. La oposición brama. Se trata de un montaje del gobierno para apuntarse un tanto electoral…, vete a saber. Quizá después de todo se tratase del atentado previsto y retrasado por fuerza que después de las elecciones que dan el triunfo a Zapatero tiene lugar en la T4. Mueren dos trabajadores que descansan en sus coches y Zapatero envía apresuradamente emisarios a Suiza. ¿Un recordatorio? Cuando se negocia con ETA esta organización toma nota. Escribe y sella acuerdos. Suele tener constancia. Eso ocurrió después, con Zapatero al mando y forma parte de la ficción mágica, del realismo fantástico.


Pero ETA, todo el mundo lo sabe, está permeada por servicios secretos extranjeros. Quizá se tratara de un atentado sin víctimas, pero aprovechando el momento y la situación, enemigos extranjeros de España colocaron las bombas en los trenes. El gobierno creía haber acabado con la amenaza de la bomba terrorista, celebraba las encuestas para las cercanas elecciones y entonces, para pasmo mundial explotaron los trenes de Madrid. No fue ETA, según la versión oficial socialista, tampoco islamistas según acuerdo de los especialistas alternativos. Se produce la chapuza policial y judicial que destruye los trenes y se monta apresuradamente una supuesta trama de terroristas que acaban suicidándose en Leganés. Muere un GEO cuyo cadáver es profanado posteriormente, para añadir más misterio a las bombas.


Como las incongruencias de la versión oficial están más que descritas y probadas, y las versiones alternativas acaban en libros de misterio sin desenlace del nudo argumental, a estas alturas solo queda la deducción policial clásica. Motivo, medio y oportunidad.


Motivo, el ascenso de España en el baremo económico de las naciones, la alianza con Bush y Blair que presuntamente otorgaba a España no solo el apoyo de estos países a la política no solo antiterrorista, sino también a la política fuerte frente a Marruecos. Otro motivo. La salida de España de la órbita francesa. Se dice que Chirac exigió la entrega de Ceuta y Melilla a Marruecos amenazando a Aznar en caso de no hacerlo, para pasar a formar parte del grupo USA, UK, como hemos dicho. Otro más, el asunto Perejil que el moro no está dispuesto a dejar pasar.


Medio. Según todos los investigadores independientes. Lo utilizado en los trenes es explosivo militar y están casi seguros que las bombas fueron colocadas y activadas casi al mismo tiempo por personal entrenado militarmente, casi seguro, mercenarios contratados al efecto. De teléfonos móviles, nada.


Oportunidad. Un simulacro antiterrorista en España que por aquellas fechas permitía el paseo incontrolado de todo tipo de agentes policiales o de agencias de información de varios países. Está también el asunto del golpe en Guinea que parecía urdido para distraer la atención de los servicios de información españoles.


En definitiva, para qué leer agujeros negros, mochilas imposibles, pruebas falsas. Ante los efectos del atentado. Ante los centenares de muertos y miles de heridos todo el mundo entra en pánico. El gobierno porque no se ha enterado y la oposición que en un primer momento piensa que ha sido ETA, pero el atribulado Arnaldo Otegi lo desmiente. De prisa y corriendo se pone en marcha la operación islamista y aparecen libros coránicos, calzoncillos y camisetas blancas, Renault Kangoo, mochila de Vallecas, y demás. La operación de despiste tiene éxito porque el PSOE se empeña a fondo y las instituciones de España, policiales y de todo tipo están invadidas por elementos al servicio del partido.


Para qué darle más vueltas. El excomisario Villarejo lo ha dicho con meridiana claridad. Ha explicado quiénes, por qué y para qué. Motivo, medo y oportunidad. No vamos a declarar la guerra a nadie, pero a ver si por fin podemos dormir, aunque sea con lexatines.







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