
SILENCIO: PELÍCULA
DE SCORSESE.
Ha suscitado enorme
controversia este film del director estadounidense de origen italiano
Martin Scorsese, “Silencio”. El título hace referencia al
silencio de Dios ante el sufrimiento que los cristianos japoneses
convertidos a la fe de Cristo por los misioneros jesuitas soportaron
por parte del poder japonés establecido en el momento en que se
narran los hechos.
Al parecer se basa
en una novela de ficción por lo que el relato no es estritamente
histórico, si bien responde con cierta exactitud a las persecuciones
que los nobles japoneses desencadenaron para erradicar la nueva fe
que amenazaba con inundar el Japón tradicional. Es una película que
muestra, como todos los filmes, en primeros planos centrados en los
personajes principales, las tremendas tribulaciones a que el ser
humano puede ser sometido por medio de la tortura física y la
persecución sistemática de los poderes mundanos hasta conseguir que
los súbditos que pueblan las clases más bajas del entramado social,
es decir, los que en definitiva sostienen sobre sus hombros el
sistema político, sea este el que sea, renuncien a la fe cristiana
porque en esa fe los desposeídos, los despreciados, los más
humildes encuentran respuesta a situaciones que se soportan por
costumbre adquirida a lo largo de generaciones.
En la fe de Cristo
todos son hijos de Dios, es más, los más miserables encontrarán al
final del camino que les ha tocado recorrer en este valle de
lágrimas, el premio, la invitación al banquete celestial en el que
serán los primeros mientras que los poderosos del mundo serán
expulsados a las tinieblas exteriores. Semejante mensaje, es en sí
mismo insoportable para todos los que han ocupado y ocupan posiciones
de privilegio mundano y necesitan, en consecuencia, extirpar de raíz
cualquier veleidad que cuestione su verdad, su derecho, su posición,
no solo en esta vida, sino en la ultravida que los predicadores
cristianos prometen a los seguidores de Jesús de Nazaret.
Las interpretaciones
de la película, como he dicho anteriormente, han sido variadas y
controvertidas dentro de corrientes católicas tradicionales. Para
unos se trata de una película a evitar, inexacta peligrosa para
todos aquellos creyentes cuya fe puede verse gravemente comprometida
si no se analiza con cuidado la historia que se cuenta, para otros,
Juan Manuel de Prada por ejemplo, la película es positiva y el mensaje de
sufrimiento y apostasía final, el escritor afirma es fingida y para
salvar a los cristianos humildes que sufren la atroz persecución.