En mi opinión, Amazon es un océano en el que tu novela puede naufragar absorbida por la marejada de miles de autores que se lanzan a la aventura y a continuación literalmente desaparecen en el mundo virtual de ese descomunal almacén de ventas, con más facilidad de lo que parece.
Todos los que escribimos debemos tener presente que nuestra generación es una generación alfabetizada. El mundo ya no se divide entre los que escriben y los que leen a los que escriben, si no que en realidad, todos somos lecto-escritores.
Me incluyo, por supuesto. De momento he conseguido publicar una novela y voy adelantado en la redacción de la segunda, pero yo como la mayoría de los que sueñan con publicar, hemos sido antes, lectores, y en mi caso y durante muchos años, consideré la posibilidad de escribir como una quimera, algo reservado a eruditos o gente de especial talento.
Finalmente, después de ver y comprar algunas novelas de portada atractiva, pero de contenido infumable, acabé animándome a lanzarme a esta extraña aventura de convertirme en escritor.
Si escribir es complicado, publicar a través de editorial o con ayuda de agentes literarios, se convierte, al menos en mi caso así ocurrió, en una tarea de años y en un rosario de rechazos, o de simples y mucho peores, silencios.
Si escribir es complicado, publicar a través de editorial o con ayuda de agentes literarios, se convierte, al menos en mi caso así ocurrió, en una tarea de años y en un rosario de rechazos, o de simples y mucho peores, silencios.
Entonces sopesé Amazon como posibilidad, pero en poco tiempo llegué a una conclusión. Publicar en la plataforma puede ser viable, pero vender a través de la plataforma, o simplemente, aunque regales tu trabajo, conseguir que alguien se anime a leer tu novela es casi imposible.
Circulando por diversos blogs literarios encontré un interesante artículo de Blanca Miosi, preguntándose y preguntando si para considerarse escritor, era necesario previamente haber publicado en una editorial tradicional. Ella y varios de los lectores de su blog, abogaban por la autopublicación como alternativa a las editoriales convencionales, poco dispuestas a arriesgar tiempo y dinero trabajando con escritores desconocidos. Y precisamente, ahí, está la clave. El concepto de escritor desconocido equivale, en mi opinión, a no escritor.
Blanca Miosi vende a través de Amazón. He leído alguna de sus novelas, efectivamente, escribe bien, de manera sencilla, inteligible, atrapa al lector. Sus historias son interesantes y ya tiene una legión de seguidores que esperan su próxima historia para descargarla de inmediato. Pero Blanca Miosi, ya era antes de publicar en Amazón, escritora conocida, había publicado en editorial convencional e incluso había ganado premios literarios.
Ese es el secreto. Ser conocido, abandonar el anonimato de quien no es leído. Y no se es escritor por el mero hecho de escribir una novela, o por haber firmado un contrato editorial, o por publicar mil libros en Amazon, se es escritor si hay una masa determinada, mínima, de personas que te conocen como autor, y de esa masa un porcentaje significativo está dispuesto a comprar, o a descargar de webs piratas, tu novela.
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