ATENTADO

ATENTADO EN FRANCIA

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Doce trabajadores de una revista satírica francesa han sido asesinados a sangre fría. Sobre estas personas pesaban desde hacía tiempo amenazas de grupos islámicos como consecuencia de algunos contenidos gravemente insultantes que hacían referencia a personajes sagrados de la religión musulmana, especialmente al profeta “Mahoma”. También se habían publicado historietas gráficas y dibujos obscenos acerca de figuras reverenciadas de la religión cristiana y por extensión, católica. Para los creyentes cristianos que retienen en la memoria los terribles sufrimientos del Cristo en el que creen, estas innecesarias faltas de respeto resultan especialmente dolorosas.

Se trata, dicen, de libertad de expresión. Como cualquier libertad, la de practicar el “jogging” por las aceras, por ejemplo, el límite está en el derecho de los demás a utilizarlas. No es admisible el corredor que salta semáforos en rojo y atropella ancianos para no perder el ritmo.

Antes de continuar, un inciso.

El ataque parece obra de un grupo bien organizado. Habría que apuntar aquí lo que se conoce como atentado de falsa bandera. Es decir, un grupo radical islámico es utilizado sin que sea consciente de ello, por un servicio secreto muy sofisticado de un país para conseguir reacciones políticas determinadas en la nación o naciones que sufren el terrorismo. Pero esto no son otra cosa que especulaciones.

Hace ya muchos años la película “El exorcista”, mostró en pantalla unas imágenes sagradas profanadas con motivos sexuales en el interior de una iglesia católica. Por aquel entonces todavía existía un sentimiento religioso muy extendido en occidente y la película en cuestión atribuía estas acciones a elementos preternaturales. Sólo el demonio se dedicaba al dibujo satírico antirreligioso.

Más recientemente un pintor español expuso cuadros que representaban a Cristo crucificado como un transexual. Hubo escándalo y criticas, pero la inteligencia cultural pseudoprogre española alabó al artista por su valentía y su arte corrosivo que contribuía a denunciar y desmontar el poder de la religión que coartaba las libertades del ser humano.

La situación en España ha llegado al extremo de que una Web oficial católica, en la que por cierto escribe ya el nuevo cardenal arzobispo de Madrid, el campechano Osoro, acogía a un conocido chistoso gráfico que insistía una y otra vez, en sus dibujos obscenos y blasfemos contra la figuras más reverenciadas por los cristianos. Además, en esta página tienen blogs oficiales, reconocidas figuras de la intelectualidad más radicalmente anticristiana.

Respecto a la revista francesa, a su director y dibujantes les debemos, sin embargo reconocer, a pesar de no estar en absoluto de acuerdo con sus insultos y blasfemias tanto contra la religión islámica como contra la cristiano-católica, esa valentía suicida de la que carecen sus colegas españoles que se emplean a fondo contra Cristo y la religión que fundó, pero se la envainan con prontitud cobarde en todo lo que se refiere al profeta del Islam y lo que representa. Cobardía y ruindad por partes iguales.

Se han producido de inmediato las consabidas manifestaciones de repulsa silenciosa. Recuerdan a esas reuniones de búfalos africanos que se producen cada vez que uno de los suyos ha caído entre las fauces de los leones. Nerviosismo general en el rebaño, amagos de ataque por parte de los más aguerridos y al cabo de un tiempo abandono del lugar y retorno a la agradable tarea de pastar en la frondosa pradera africana en espera de la siguiente acometida por parte de los depredadores. Un precio que hay que pagar por la bovina felicidad en que transcurren sus vidas.

Sobre las reacciones al atentado, son curiosas las declaraciones del imán de Bayona que ha participado al frente de su comunidad en las manifestaciones de repulsa.

Podría esperarse que dijera que él y sus paisanos defienden el sistema de vida de la Francia que les ha acogido y les otorga los mismos derechos que a cualquier ciudadano sin distinción de razas o religiones, sin embargo, ha manifestado que ellos condenan la violencia venga de donde venga.

Lo que traducido quiere decir que sí, que condenan, que están en desacuerdo, pero..... que los países occidentales también atacan a los árabes, esto lógicamente desencadena reacciones comprensibles, etc. etc. etc.......

Lo cual no deja de ser sorprendente porque la revista atacada, lo que se dice violencia, no practicaba, insulto, falta de respeto, sordidez, blasfemia, sí, pero violencia, pues no. ¿Entonces de qué habla el imán en cuestión?.