WOODY ALLEN ARRASADO POR LA VENGANZA CATALANA DE MIA

El furibundo feminismo ataca ahora a Woody Allen. El icono sagrado de los intelectuales cinéfilos de los años ochenta está a punto de ser derribado de las alturas del culto obligado.
El asunto tiene su origen en Dylan, hija adoptiva (una de tantas y tantos) de Mia Farrow y también en Son Yi que no era hija adoptiva de Allen, sino de Mia y de otro de sus maridos. A Son Yi,  Mia la encomendó al neurótico director para que tratara los problemas que la chica tenía. Esto no deja de llamar la atención por las conocidas fobias de Allen y su necesidad de terapia psicoanalítica (quién confiaría en un hombre así). Aunque puede ser que después de todo, la historia neurótica de Allen no fuera más que propaganda y publicidad acerca de una supuesta intelectualidad atormentada que ayudaba a la venta de entradas.

Quizá Mia pensaba que la joven necesitaba la ayuda de un hombre asentado y con experiencia. Allen, por el contrario, se sintió atraído sexualmente por la mujer, cosa que les suele ocurrir a la mayoría de los hombres, las mujeres les atraen, e hizo algunas fotos (no debemos olvidar que Allen es profesional del cine, de la imagen). Fotos que mostraban a Son Yi desnuda y que cayeron en manos de Mia.

Lo que ocurrió posteriormente es conocido. Allen fue acusado de abuso sexual respecto de Dylan (cosa que no pudo probarse) finalmente Allen se casó con Son Yi y forman desde hace décadas, a primera vista al menos, una pareja estable y bien avenida. Los intelectuales, los que son reconocidos y alabados como superiores al resto de los mortales en alguna rama de la actividad humana, ciencia, literatura, arte, suelen tener este tipo de relaciones. Borges y María Kodama, Cela y Marina Castaño, Saramago y Pilar del Río.

En resumen, muchos hombres poderosos acaban casándose con mujeres jóvenes.



Pero el escabroso asunto de hace veinticinco años revive de nuevo para pesadilla del viejo director. Mucho tiene que ver su propio hijo biológico Ronan Farrow (aunque Mia afirmó en cierta ocasión que era hijo de Sinatra. En algunas fotos de Ronan y según el ángulo de enfoque el parecido con Sinatra es asombroso. Que lo de este matrimonio o ex matrimonio o extraña pareja entra en el terreno de lo confuso e incluso de lo grotesco es evidente). Ronan parece que ha asumido el papel de continuador de la guerra emprendida por Mia y hace unos meses acabó por desmantelar el sistema de poder cinematográfico que protege a Allen cuando publicó un reportaje periodístico que destapaba los abusos sexuales de Weinstein, el productor de Miramax.

Curiosamente el juego ha vuelto a la casilla de salida de hace dos décadas y media. Y este asunto vuelve a tener el agrio sabor de la venganza personal porque Weinstein protegió y produjo películas de Allen, cuando a raíz del escándalo de Dylan las productoras clásicas acabaron por alejarse del director y sus problemas familiares. Weinstein salvó a Woody y Woody pudo continuar dirigiendo películas subvencionadas por ayuntamientos españoles, todos tan progresistas y comprometidos con la cultura. En Oviedo erigieron una estatua del genial cineasta que probablemente acuerden derribar dentro de poco.

Una plataforma feminista pide que se retire la estatua de Woody Allen de Oviedo

Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/3238667/0/plataforma-feminista-pide-retirar-estatua-woody-allen-oviedo/#xtor=AD-15&xts=467263

Una plataforma feminista pide que se retire la estatua de Woody Allen de Oviedo

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Una plataforma feminista pide que se retire la estatua de Woody Allen de Oviedo

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(Fotografía tomada por Noemy García García usando una cámara Nikon E3200., CC BY-SA 2.5 es, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=826221)

Reaparece de nuevo el escándalo cuando Dylan, ya con treinta y tantos años, vuelve a afirmar en alguna entrevista que Allen le tocó sus «partes privadas». Posteriormente la conocida Opra, comunicadora exitosa  de la tv americana reúne un grupo de glamurosas féminas, entre ellas Natalie Portman, y como una suerte de jurado popular se pasan por el forro de sus caprichos la investigación policial, la decisión judicial de hace veinticinco años y condenan al pobre Allen mediante sentencia que se resume en la frase “yo si te creo Dylan”. Dos mil años de perfeccionamiento del derecho, de estricto desarrollo del procedimiento judicial, de principios sagrados tales como “in dubio pro reo” y demás cautelas antes de la condena a un “presunto delincuente” lanzados a la basura y sustituidos por las convicciones personales (convicciones convenientes dada la dirección del ventarrón cambiante, todo hay que decirlo). Convicciones inducidas por los nuevos tiempos y los voceros del amanecer femenino y de la misma naturaleza que las que condenaron a Dolores Vázquez por un delito que luego se demostró que no había cometido.

¿Quizá Woody por sugerencia de su atareada esposa bañó a Dylan en alguna ocasión? Mal asunto, desde luego. Los padres no pueden ni deben bañar a sus hijas porque luego éstas, quizá por sugerencia insistente de madres vengativas acaban acusándoles de abuso sexual. (Moses, otro de los hijos de Mia afirma que Dylan fue sometida a implacable presión por su madre para que dijera lo que dijo. “Estoy seguro que ella acabó creyendo que pasó lo que en realidad no ocurrió”. Algo así testimonió Moses).

Sinceramente no creo que Allen sea pederasta. Los pederastas suelen repetir y no se conforman con una víctima, lo que es evidente es que a Woody le gustan las mujeres. Si son jóvenes mejor. Además es hombre poderoso, no debemos olvidar esta condición. Poderoso hasta el momento, al menos. Como lo era Weinstein o el propio Kevin Spacey... Bill Clinton que dedicaba las cálidas tardes veraniegas en el despacho oval a seducir (¿acosar?) a Mónica Lewinski. El poder a veces obnubila a quien lo tiene.

En algunas páginas de internet se relaciona la condición de judíos de Allen, Weinstein, Polanski para sugerir que una siniestra trama de poder mundial sionista les hace o les ha hecho inmunes a las acusaciones de acoso sexual, pero esto entra en el terreno de lo paranormal. Es puro “misterio” como diría Iker Jiménez y no parece que haya relación. Ilustres españoles han sido no hace mucho protagonistas de este tipo de acusaciones (violencia contra la mujer en el caso de López Aguilar o de Javier López Madrid) y han salido indemnes, mientras que otros españoles del montón, pasan días o meses en la cárcel por una mera denuncia de la mujer a la que supuestamente han acosado.

Más bien se trata de un cambio del sistema. El feminismo avanza resuelto hacia la consecución de objetivos que hace no muchos años parecían mera utopía y que ahora, en el siglo XXI, nos conducen hacia una nueva era en la que el poder va a pasar definitivamente del hombre a la mujer.
Pero algunos y algunas no lo ven tan claro. La ideología marxista que parecía definitivamente derrotada tras la caída del muro de Berlín ha vuelto a la guerra. Ahora las divisiones de choque comunistas no necesitan los T 34 soviéticos que acabaron reduciendo a chatarra los panzer alemanes y de paso la atrabiliaria ideología nazi.
La revolución actual corre a cargo de los anteriormente débiles, humillados y discriminados grupos sociales. No se oye la palabra comunista por ningún lado. Todo lo más, progresista. No hay PC, solo Podemos o PSOE o Ahora Madrid, en marea y cosas así, de difícil identificación ideológica. Pero en el fondo el ultrafeminismo, el movimiento gay, el propio papa Francisco y los nuevos gerifaltes de la Iglesia Católica, los ultraecologistas, animalistas. Todos y cada uno de estos grupos son, en muchas ocasiones, sin que ellos mismos lo sepan, avanzadillas de la nueva revolución comunista cuyo objetivo último es destruir occidente. Sobre los escombros de la anterior civilización de origen griego y romano salpimentada por el cristianismo de influencia judía se proponen construir el nuevo mundo igualitario que, ahora sí, por fin, dará lugar a la aparición del paraíso en la Tierra.
Y aquí entra la arremetida contra los restos de lo que el feminismo militante denomina “poder patriarcal”. Poder del hombre sobre la mujer. Hasta ahora se salvaban los poderosos, los bien situados, sobre todo si hacían alarde de izquierdismo y progresismo. Weinstein donó millones a la candidata del partido demócrata Hillary Clinton, pero ni por esas se va a librar esta vez. Una vez que un transatlántico inicia un cambio de rumbo, no se puede frenar.

De momento lo que está claro es que “ellas” las poderosas mujeres que comandan el ultrafeminismo y las que influyen en la opinión pública se disponen definitivamente a tomar el poder.

La próxima candidata a la presidencia USA va a ser Opra.

y en España podría presentarse Ana Rosa Quintana. Mucho mejor candidata que Rajoy, sin duda.