"... No existe lo que se llama prensa independiente, a menos que se trate de un periódico de una pequeña villa rural. Vosotros lo sabéis y yo lo sé. No hay ni uno sólo entre vosotros que ose expresar por escrito su verdadera opinión, pero si lo hiciera, sabéis perfectamente que vuestro escrito nunca se publicaría.
Me pagan 150 dólares semanales para que no publique mi verdadera opinión en el periódico en el cual he trabajado tantos años. Muchos de vosotros recibís salarios parecidos por un trabajo similar… y si uno cualquiera de vosotros estuviera lo suficientemente chiflado como para escribir su verdadera opinión se encontraría en mitad de la calle buscando un empleo cualquiera, excepto el de periodista.
El trabajo de un periodista de Nueva York consiste en destruir la verdad, mentir claramente, pervertir, envilecer, arrojarse a los pies de Mammón, vender su propia raza y su patria para asegurarse el pan cotidiano.
Vosotros lo sabéis, y yo lo sé; por lo tanto ¿qué es esta locura de brindar a la salud de una prensa independiente? Somos las herramientas y los lacayos de unos hombres extraordinariamente ricos que permanecen entre bastidores. Somos marionetas, somos sus títeres; ellos tiran de los hilos y nosotros bailamos al son que ellos quieren. Nuestros talentos, nuestras posibilidades y nuestras vidas, son propiedad de otros hombres.
Somos prostitutas intelectuales..."John Swinton. Citado en "Labor’s Untold Story", de Richard Owen Boyer & Herbert M. Morais. United Electrical, Radio & Machine Workers of America. Nueva York, 1955.
"... En Marzo de 1915, intereses vinculados a J.P. Morgan [...] reunieron a doce hombres bien situados en la esfera periodística y los contrataron para que seleccionaran los periódicos más influyentes de los Estados Unidos, en número suficiente como para controlar la línea editorial de la prensa diaria de los Estados Unidos... Descubrieron que bastaba adquirir 25 de ellos. Una vez elegidos, se enviaron emisarios para proceder a su adquisición... Se eligió a un editor para cada diario para que se encargara de supervisar y editar la información relativa a la política militar y financiera y otros asuntos de naturaleza nacional e internacional considerados vitales para los intereses de los compradores [y para suprimir] cualquier noticia opuesta a los intereses de aquellos a quienes servían..."Ellen Hodgson Brown. Red de deuda (Web of debt).
Lo que antecede está copiado del blog de las sombras. AQUÍ
Nos enfrentamos a unas nuevas elecciones generales en un país dormido, anestesiado profundamente que se dirige impávido hacia el desastre.
Resurge el terrorismo en Cataluña y vence el separatismo por goleada con asistencia de la izquierda marxista revolucionaria, ahora sabiamente repartida en grupúsculos dispuestos a lo que sea. Veganos, animalistas, feministas, homosexualistas, pederastas, abortistas.
Todos ocupan todos los días alguna página del periodismo oficial en incesante e inclemente bombardeo. La revolución está en marcha y es violenta en su esencia, exactamente igual que la revolución bolchevique en Rusia, solo que ahora se dosifica en creciente y sostenida intensidad.
Desde la sonrisa inicial por cualquier estupidez, gallos que violan gallinas, hasta la aparición de comandos armados para la defensa de la gallina libre.
La clase política, jóvenes insuficientemente preparados, pero con enorme ansiedad de poder y ambición económica sin límites, solo desean esos cuatro años en las cámaras del congreso y senado, colgados de los sillones en idéntica distribución a la de un gallinero, para abastecerse de prebendas, contactos y ascender como sea en la escala social.
Que la democracia española siempre ha sido sospechosa es algo que se viene diciendo en estos blogs independientes desde hace tiempo. En su origen no se trató de un sistema de partidos, sino de una oligocracia, un reparto de territorios y votantes. Un reparto del pastel. Se trazó el actual sistema desde el propio franquismo. La ley constitucional que supuestamente nos rige y publicitan como sagrada, proviene de una ley franquista, la ley del año 77 impulsada por Suárez y diseñada por Torcuato Fernández Miranda para la reforma política
Según la hoja de ruta de Fernández Miranda, una vez aprobada Suárez debería apartarse para eliminar cualquier tufillo franquista del nuevo sistema. Suárez no lo hizo, prometió a Torcuato hacerlo, pero incumplió su promesa. Suárez era ambicioso y en esa promesa incumplida llevamos el virus que nos corroe como nación. La mentira, una mentira que ha ido extendiéndose a toda la nación como un cáncer.
Solo una de las instituciones propias de la democracia parecía funcionar, las elecciones y el recuento de votos…hasta no hace mucho. Ahora ya, ni eso. Algún periodista, en este caso una periodista valiente lo denuncia en un digital de los que podemos considerar oficiales. Vivimos en una democracia corruptora y corrompida. Puede leerse el artículo AQUÍ
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