Podemos es el partido o coalición que se ha hecho con la representación de la desbandada que se produjo el llamado 15 M. Podemos es, básicamente, un partido de ideología marxista con apellido de consumo actual, es decir, antisistema.
Es además, tan poco original que su nombre, no podía ser de otra forma puesto que el marxismo antisistema que se ha hecho con el poder en los países hispanos es de origen estadounidense, tan poco original repito, que su nombre es un plagio del lema que llevó al presidente Obama a ganar las elecciones presidenciales, “si podemos”, y ahí quedaba la frase fuerza para ser completada por los ciudadanos norteamericanos. «Podemos, efectivamente, llevar por primera vez a un candidato “negro” a la presidencia USA».
Y de ahí, «si los norteamericanos, nuestros referentes ideológicos a pesar de lo que se crea, lo han hecho, nosotros también», viene el nombre de un extraño conglomerado al que sólo amalgama el deseo de destruir lo existente al precio que sea.
Quieren destruir esto que conocemos por España en base a supuestos derechos étnicos, lingüísticos, históricos, sexuales, culturales y por encima de todo, religiosos, cualquier cosa que sea tradición, que permita identificar a esta piel de toro llamada España, debe ser destruida.
Podemos dicen que ha recibido subvenciones y ayudas de países tan hispanófobos como la actual Venezuela e Irán lo que de ser cierto le convertiría en un partido al servicio de intereses extranjeros. A pesar de todo, Podemos cuenta con una plataforma televisiva que le ha permitido conseguir un veinte por ciento de los votos emitidos y hacerse con más de sesenta diputados. Como es lógico el «establishment» está absolutamente alarmado y en la medida que puede y de momento puede, advierte acerca de este partido y de las ideas que alientan a sus bases. Sin embargo hay algo que el «establishment» tiene la costumbre de pasar por alto.
En primer lugar debemos identificar un período de tiempo, en segundo lugar un territorio en el que se han producido los hechos que nos han llevado a esta situación y en tercer lugar un entramado poblacional que lo ha permitido y que ahora se lamenta.
El período de tiempo es fácilmente reconocible, es, sin duda el tiempo que abarca la vigencia de la constitución del 78.
El lugar en el que se han verificado los acontecimientos económicos, sociales y políticos es eso que todavía llamamos España.
El grupo poblacional que ha dirigido a la nación hasta situarla en el actual colapso es el que denominaremos, los bien situados, sin que nos importe la adscripción política en que unos y otros se encuadren, es decir el «establishment» que es el que ha percibido los beneficios que se han generado a lo largo de estas décadas de vigencia constitucional.
El artículo completo puede leerse AQUÍ, pero entresaco algunas de las ideas fundamentales que maneja no sólo el articulista sino gran parte de la inteligencia política y económica del país acerca de lo que está ocurriendo.
1. Bastó echar un vistazo a los carteles pretendidamente ocurrentes para darse cuenta de que la característica esencial de aquella movida (se refiere al 15 M), fue su puerilidad. "Si viene la policía, sacad las uvas y disimulad...»
2. Por otro lado, el indudable éxito de Podemos y similares descansa en no pocas confusiones e incoherencias. Para empezar, se creen el arquetipo de la independencia, la espontaneidad, la libertad y la rebeldía cuando, para organizar el guateque, tuvieron que esperar al toque de silbato de naderías ideológicas como el panfletillo de Stéphane Hessel (el anciano francés que escribió “Indignaos”), aquel creador privilegiado del mundo moderno.
3. Con retórica de otros siglos señalan con el dedo al capitalismo como fuente de todo mal. Por eso miran con ojos amorosos a dictaduras marxistas.
4. Otra de las columnas de su pensamiento es considerarse titulares de todos los derechos, carentes de cualquier obligación e inocentes de todas las culpas. Si muchos jóvenes no tienen trabajo, los culpables son el sistema, el gobierno, los mercados, la sociedad burguesa y el mundo entero. Reclaman todo tipo de derechos laborales y exigen a los pérfidos empresarios que les faciliten el medio de vida que ellos son incapaces de construir. Y a falta de empresarios, proclaman el derecho universal a ser amamantados in aeternum por el Estado Mamá.
5. Y si esto sucede con las cosas laborales, lo mismo puede decirse de las educativas. Pues cuando el nefasto sistema igualitario instaurado por González, Maravall y Rubalcaba les permitió ir pasando curso tras curso sin aprender más que tonterías e incluso sin necesidad de aprobar, no se acordaron de exigir una educación de calidad. Pero ahora se quejan de que sus currículos no les sirven para nada ni en España ni en el extranjero.
6. Porque no sólo se ha votado a Podemos por ideología. También están los motivos personales, pintorescos, viscerales e incluso surrealistas. Por ejemplo, para protestar por la corrupción general; y para castigar la prepotencia; y para mover de la silla a tanto mediocre de escalafón; y para rejuvenecer los escaños; y para descargar resentimiento y frustración; y para variar; y para experimentar; y para seguir la moda; y para hacer la gracia; y también, fablando en román paladino, para joder.
Nada que objetar a estas afirmaciones, todo lo que dice el articulista es verdad, pero sólo parte de la verdad. La verdad es que al inicio de la pasmosa transición que llenó de admiración al universo conocido, (eso nos dijeron), España era un país más humilde, (algunos insisten en que más pobre, pero la actual aparente riqueza española descansa sobre una deuda tan monumental que la humilde España del comienzo del nuevo régimen bien podría en términos de economía real, considerarse más rica que la actual).
Siendo pues, por aquel entonces un país humilde, era evidente que el régimen fenecido requería reforma, el franquismo y sus residuos eran impresentables en el mundo de la segunda mitad del siglo veinte y nuestros políticos, unos y otros, se avinieron a proclamar la buena nueva. Lo que ahora vivimos es resultado de aquellas «maniobras orquestales en la oscuridad», parafraseando al famoso grupo de música que compuso la recordada canción atómica «Enola Gay».
Sobre esas extrañísimas maniobras y los participantes en las mismas hablaremos en el próximo post.
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