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viernes, 3 de febrero de 2017

CULTURA ESPAÑOLA

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CULTURA: La actriz Nuria Espert ha afirmado que quienes han ocupado cargos públicos de responsabilidad durante toda la democracia "nunca han tenido la cultura como un factor importante en sus decisiones".  


La señora Espert como tantos otros artistas españoles se repiten en la reclamación; quieren que se haga algo por la cultura en este país. Antes tenemos que saber a qué se refieren cuando hablan de cultura, cosa que no es tan sencilla como parece.

El viejo profesor de sociología nos decía cuando hablaba de cultura que, al menos por lo que se refería a la asignatura, debíamos, antes de profundizar en la materia, definir el término.

No era una definición exacta la que pretendía, no estábamos estudiando matemáticas, sino lo que describió como definición operativa. Así cultura, en el ámbito sociológico, era el conjunto de conocimientos, de tradiciones, de creencias, de formas de relación y jerarquía entre los miembros de una comunidad, de relaciones que establecían con otros grupos humanos, de métodos propios de trabajo, de herramientas específicas, de sistemas a través de los cuales se obtenían y repartían los recursos entre los miembros, etc.

La descripción podía ser más larga, por lo que a efectos de comprensión, el profesor ponía algunos ejemplos que eran fácilmente inteligibles. En sociología se hablaba de cultura neolítica, o de cultura ateniense, espartana, griega, romana y en todos los casos podían observarse peculiaridades en cuanto a la organización social, a las creencias religiosas, a la política interior y exterior, a la estructura económica. Roma atendía sus necesidades de alimentación a través de la agricultura y la ganadería y con el tiempo mediante la expansión militar, mientras que Grecia por la extrema aridez del territorio que ocupaba se vio obligada a convertirse en una potencia comercial, lo cual podía eventualmente explicar la antigua guerra de Troya. Los ejemplos eran claros y ayudaban a situarse en relación a las diferentes culturas, pasadas y presentes.


Cuando los artistas españoles hablan de cultura y de hacer algo por la misma tenemos la necesidad de acotar este término en relación con el uso constante y nunca bien explicado que de él hace este grupo peculiar de ciudadanos que se distinguen del resto de los que pertenecemos en términos sociológicos a la gran cultura española.

Y la acotación aún siendo difícil podría hacerse en términos operativos, es decir, que nos permitiera trabajar y comprender con más claridad de lo que estamos hablando.

En una primera aproximación, cuando el gremio de artistas, vamos a identificarlos así, habla de cultura, se refiere a una cierta capacidad de elevación estética y espiritual de la que no todo el mundo es capaz, que permitiría a un grupo destacado de personas apreciar el extraordinario valor que no puede medirse en términos monetarios de las actividades que lleva a cabo este gremio de artistas nacionales. Como puede fácilmente verse, la cultura así definida queda envuelta en las brumas de cierta vaguedad descriptiva y en consecuencia es poco operativa, no nos permite apreciar su exacta naturaleza y mucho menos entender cómo las administraciones públicas podrían mejorar sus acciones a favor de la cultura según el gremio de artistas.

Desde el punto de vista más práctico podríamos definir la cultura de la que ellos hablan diciendo que cultura es lo que este gremio de artistas entiende como tal y precisando un poco más, cultura es aquella que se reduce a su propio ámbito de interés.

Para no extendernos, podríamos decir que este subgrupo cultural dentro del más amplio nacional, se confiere a sí mismo el derecho y la exclusividad en la emisión de certificados y reconocimientos culturales según ellos entienden el término. 

Así fulano es culto porque va al teatro con frecuencia y se emociona con las obras que se representan, o al cine, o a un concierto, o a una exposición pictórica, o lee determinados textos escritos por personas “cultas”, no por cualquier “juntaletras”, término éste que los escritores “cultos” utilizan para diferenciarse de advenedizos indeseables que tienen que recurrir a la autoedición..., etc.

Cuando Nuria Espert reclama que se haga algo por la cultura se refiere, por tanto, a lo que este grupo concreto de personas entiende por cultura. Y como ya hemos dicho personas cultas que realizan actividades propias de este grupo son aquellas reconocidas como tales mediante un sistema complicado de otorgamientos mutuos de méritos y críticas que van en ambas direcciones. Así, el escritor “tal” escribe una elogiosa crítica de la obra del escritor “cuál” y obliga a “cuál” a corresponder en su columna periodística del día “cualquiera”. Y en otros terrenos, cinematográficos, por ejemplo, ocurre lo mismo, de forma que la subtribu de los “cultos” aprueba o reprueba mediante escritos y emisión de opiniones a través de los medios la entrada o salida de miembros en la hipercompetitiva subtribu cultural española.

Y todos ellos piden, exigen, reclaman con insistencia que se haga algo por la cultura, es esta también una característica, entre otras, de este grupo. En general prefieren gobiernos, administraciones de izquierdas, cuanto más a la izquierda mejor, pero gobierne quién lo haga y cómo lo haga, la queja se repite, siempre, por lo que otra circunstancia que caracteriza a este grupo es que van a estar quejándose a perpetuidad y pase lo que pase.

Por tanto podemos ya establecer que cultura según los artistas es lo que conviene al conjunto de todos ellos que identificaremos como “Gremio Cultural”.

Y las características más relevantes de este “Gremio” son las siguientes.

1 Reducen el término “cultura” al ámbito de actividades de su estricto interés. Un fontanero, por definición, no es culto, un actor sí.

2 Siempre se quejan, nunca están satisfechos.

3 Tienen un gran poder mediático. Son guapos, inteligentes, y los actores son múltiples en términos psiquiátricos, pueden dar vida, ceder su cuerpo y su espíritu a personajes diversos, tienen gran poder de persuasión y convencimiento. Podríamos decir que son capaces de mentir con gran sinceridad.

4 El “Gremio Cultural” es más endogámico de lo que se piensa. Cuesta entrar, pero una vez admitido el nuevo miembro, el sistema de apoyos, autoelogios y elogios mutuos ayuda a mantenerse.

5 Son políticamente de izquierdas, pero reclaman con igual insistencia a unos y a otros. Podríamos decir que practican la cultura, “subcultura” para acotar un poco más esta característica, de la queja.

6 Organizan festejos periódicos para autootorgarse premios diversos, los Goya, los Planeta, los de poesía, los Príncipe de Asturias que se otorgan a diversas actividades artísticas. Es curioso que los premios al trabajo también se otorgan a este tipo de actividades, raramente a mujeres que trabajan en casa, o en supermercados o a barrenderos, conductores de autobús y cualquier otra actividad considerada poco elevada.

7 Los artistas de este grupo que cantan copla española tienen un alto riesgo de acabar en la cárcel.

Podríamos seguir, pero a estas alturas hemos definido con bastante claridad al “Gremio Cultural” español y a lo que este conjunto de personas entiende por cultura.

Sólo queda saber, o intentarlo al menos, cómo satisfacer la queja, la reclamación, la insistente petición a todas las administraciones de que deben hacer algo por la cultura. Nunca será suficiente por lo que antes hemos dicho que es carácter distintivo de este grupo, siempre se quejarán, pero al menos si entendemos qué es lo que quieren podremos intentarlo.

Cuando piden que se haga algo por la cultura, quieren que se haga algo que satisfaga sus intereses.

1 Que vaya más gente al teatro, para lo cual se debe bajar el IVA cultural, a pesar de lo cual la queja continuará porque lo que en realidad quieren es que el teatro sea gratis para el espectador y espléndidamente remunerado para los que viven de ello, por lo que para satisfacer absolutamente las necesidades del gremio teatral todos ellos deberían pasar a ser funcionarios vitalicios a cargo del Estado con salarios dignos, asegurados y derecho a huelgas periódicas para no abandonar la “subcultura” de la queja que es seña de identidad.

2 Lo mismo con cualquier otra actividad de representación artística. Especial poder de reclamación tiene el “Subgremio Cultural” del cine, el de los múltiples. Requieren también rebaja del IVA cultural, producción de películas a cargo de los presupuestos generales del Estado, aumento de las cantidades destinadas a la organización, si puede ser semanal, de premios cinematográficos que en adelante, además de los que se otorgan en la actualidad deberán abarcar los de mejor perfume femenino, mejor perfume masculino, mejor peinado de unas y de otros, mejor estructura física de muslos femeninos y mejor acabado y definición de pectorales plastificados masculinos y un tan largo etc. como podamos imaginar. También se requiere respeto absoluto y prohibición bajo penas de arresto, juicio, cárcel e indemnización, nunca suficiente, para descargadores de películas por internet y para todos aquellos que critiquen las opiniones de miembros relevantes del “Gremio Cultural”, “Subconjunto de las Artes Cinematográficas”, léase como ejemplo reciente, el asunto “Trueba”.

Y así siempre.








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