Quería comentar aquí y por si
interesa a alguien el caso de este hombre al que un ayuntamiento ha multado con
nada menos cien mil euros por derribar un árbol en su propiedad, propiedad que
entiendo yo, debería incluir el árbol. El caso es que por esta extrañísima
legislación conservacionista que parece que se está introduciendo con fuerza
creciente, parece que el árbol en cuestión y por su especie (un fresno) está
protegido por lo que al pobre hombre le ha caído una multa de, nada menos que
cien mil euros que en este momento con los recargos correspondientes y no sé si
también con las minutas de los abogados incluidas se ha reconvertido en una
cantidad a la que es imposible hacer frente. Ciento cuarenta y tantos mil euros.
Dejaremos, de momento, el asunto
principal al margen que consiste básicamente en una pregunta con dos derivadas ¿Cómo
es posible que en un llamado Estado de Derecho, supuestamente el más respetuoso
con los ciudadanos, una extraña ley acabe por: primero; no respetar el derecho
básico de propiedad y supeditar el mismo a intereses poco claros y segundo; es
aceptable que un ayuntamiento arruine la vida de un vecino porque ha derribado
un árbol, un fresno parece, que estaba en su propiedad y que debía también ser de su propiedad?
Pero dejando esta cuestión para mejor ocasión tengo
que hablar de Change. Org. de la que recibí un correo electrónico advirtiendo
de esta, en mi modesta opinión, flagrante injusticia y pidiendo una contribución.
Supuse que la contribución se iba a destinar a pagar el tremendo multazo y las
costas en que ha incurrido este, insisto, honesto conciudadano que no ha
robado, ni matado, ni se ha lucrado a cuenta de otros..., en fin… pero por lo visto mi pequeña contribución, diez
euros en concreto, no se va a destinar a aliviar los apuros económicos de este
vecino que tuvo tan mala idea, sino que se destina a que Change. Org. envíe no
sé cuantos miles de correos electrónicos
para que los firmantes de tales correos sumen una masa crítica suficiente
que haga recapacitar el ayuntamiento conservacionista de El Escorial. El problema
es, en mi opinión, que los diez euros se suman a otras 61 donaciones, con lo
que poco se podrá hacer para pagar el sablazo conservacionista y para, de paso,
intentar que este honrado vecino y conciudadano nuestro no acabe en la ruina más
absoluta. Change. Org., informa de que destina este dinero a enviar miles
de correos cuyo coste (solo hay que tener acceso a internet y cuentas de
correo) no parece que sea tan gravoso. De ello deduzco que Change. Org. utiliza el dinero de estas contribuciones para financiar su propia infraestructura
interna, lo cual no me parece mal, pero, al menos en este caso, acaba siendo inefectivo.
Sea como sea tengo la impresión de que
Change. Org. no es en realidad más que otra de tantas organizaciones
supuestamente altruistas con, en el fondo, ánimo de lucro.
Pase lo que pase
finalmente con las donaciones, tengo la sensación de que va a ser esfuerzo casi
imposible que el ayuntamiento recapacite y sitúe a los ciudadanos y sus
derechos por encima de los que corresponden al mundo vegetal. Lo siento por
esta familia y me invade una enorme preocupación porque lo que ahora les ocurre
a ellos pronto se extenderá como la pólvora y nuestras vidas y propiedades
quedarán, de hecho parece que ya lo están sin que seamos conscientes de ello,
confiscadas por eso que se llama lo público que es, básicamente, comunismo con
traje de camuflaje, vegetal en este caso.
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