EL CHALET COMUNISTA

Dacha rusa

  


EL CHALET

No sabemos como evolucionará el caso “Iglesias, Montero, familia y el chalet”. Algunos medios dan por defenestrado al presidente o líder supremo, no conozco la denominación oficial del cargo que ocupa el señor Iglesias en el entramado de Podemos.

En los regímenes comunistas es complicado destituir al secretario general del partido. Este era el cargo que ocupaban los jefes del partido comunista soviético. Había un presidente de la URSS y otros cargos políticos parecidos a los que podían existir en occidente, pero el poder efectivo residía en el partido comunista y el partido comunista tenía como líder, no al presidente del mismo, sino al secretario general. Cuando el partido decidía prescindir de uno o de varios altos cargos soviéticos recurría al conocido juego de la silla. A los caídos en desgracia, sin que ellos lo supieran, se les convocaba a una reunión ordinaria del soviet supremo el día y la hora habituales y cuando llegaban a la sala de gobierno que se reunía alrededor de una enorme mesa de madera bruñida encontraban todos los asientos ocupados. No hacía falta decir más, ni menos. El o los expulsados sabían a qué atenerse y abandonaban sala, cargos y prebendas correspondientes.



El régimen político en el que actualmente estamos inmersos es un comunismo moderado. Todos los partidos aceptan la ideología progresista comunista con disciplinada resignación y los medios de comunicación en su conjunto parecen el famoso Pravda de la época soviética con ligeras variaciones de contenido, pero con acatamiento generalizado al régimen vigente.

Parece que Iglesias y su compañera camarada han cometido un error. Al menos un error de tiempo, se han precipitado, aunque no es seguro. Iglesias es un líder carismático frente a otros postulantes a la dirección del PCUS español (Podemos) que resultan bastante menos atractivos en lo físico y en lo intelectual. Monedero da miedo, se parece a Andrei Gromiko de la URSS (ministro de exteriores con Brevnev), nunca sonreía y contestaba de manera brusca y cortante a cualquier periodista occidental que intentara ponerle en un brete por las evidentes contradicciones de que hacía gala el sistema. Bescansa tiene a su favor la condición femenina, pero no despierta demasiado entusiasmo y Errejón que parece un tipo inteligente y pragmático, por tanto peligroso, más bien parece un adolescente intelectual sin carisma alguno. Iglesias por el contrario tiene “eso”, la cámara le quiere y el desparpajo campechano con que se expresa es seductor. Un tipo tan simpático y echado para adelante con esa imagen peculiar de guerrillero sudamericano con cargo militar de uso exclusivo (subcomandante Marcos en muestra de respeto al único y genuino comandante Castro), incluso cierta apariencia crística o mesiánica con barba escasa, pero evidente y pelo recogido en coleta, un tipo así digo, no deja de ser alguien con gracia especial capaz de atraer voto masivo a la causa.

Tal vez Iglesias y su compañera deberían haber esperado un poco más. La presidencia del gobierno podrían haberla alcanzado sin demasiada dificultad si hubieran tenido otra actitud ante el problema catalán. Durante la guerra civil se atribuía a un general del bando nacional la frase “España antes roja que rota”. Ese era el camino correcto que debería haber seguido la revolución, defender la unidad nacional frente al separatismo y consolidar el comunismo en una España unida, eso hizo Stalin en Rusia renunciando a la revolución mundial y consolidando el comunismo tanto en Rusia como en países satélites.
Una vez conseguido el poder, poder absoluto, el chalet hubiera venido por la misma lógica comunista sin necesidad de hipoteca bancaria otorgada por misterioso banco al servicio del separatismo catalán. Hipotecada queda por tanto la pareja, no solo en lo económico, sino también en lo político. La “nomenclatura” soviética, es decir el núcleo duro y relevante del partido comunista disfrutaba de las distinguidas residencias que llamaban “dachas” para fines de semana y vacaciones en el Báltico para ellos y familia. Las prisas, el error de dejar embarazada a la Montero, han acelerado un proceso que tiene sus propios tiempos.

De todas formas queda por ver hasta donde llega el poder del líder supremo dentro del partido. Pablo Iglesias ha acabado hasta el momento con todos los conatos de resistencia. En todo caso parece que Iglesias tiene ese punto débil que ataca a todos los varones del mundo exceptuando los gais y trans, es decir debilidad por las mujeres y en este caso por la mujer. Recordemos la frase puesta por Robert Graves en boca del emperador Claudio: “Augusto dominaba el imperio, pero Livia dominaba a Augusto”.